sábado, 24 de abril de 2010

que hacer si sos cornuda/o?



¿HAY QUE CONFESARLO?

Si la aventura terminó y tu pareja no sabe nada, lo más sano es no airearlo, porque hacerlo despertará un conflicto ya superado. Si alguien, en un arranque de sinceridad o arrepentimiento, decide compartir lo que ha vivido fuera del matrimonio, su pareja reaccionará como si esa relación aún no hubiera terminado. En lugar de crear más unión, se originará desconfianza hacia quien traicionó.
Si la relación continúa y el infiel se siente “entre dos amores”, debe reflexionar sobre su vínculo de pareja y sobre la necesidad que le ha surgido de un nuevo amor. ¿Qué me aporta, qué me lleva a engañar a mi pareja? Deberá decidir si quiere terminar con la vieja relación, con la nueva o con ambas. Y, por supuesto, asumir las consecuencias, sobre todo si hay hijos. A veces, la situación económica, el “enjuiciamiento” de familiares y amigos, el miedo a una nueva vida, la comodidad o la jactancia por tener dos mujeres, llevan al hombre a mantener una doble vida con un altísimo coste emocional.

TERCERAS PERSONAS

Casi siempre, cuando aparece un tercero en discordia es porque había un lugar por donde pudo filtrarse. Quizás la falta de atención o de interés propicia que quien se siente descuidado busque fuera lo que le falta en casa. A veces sucede que tras el nacimiento de un bebé la mujer concentra toda su energía en él, descuidando al esposo; o que los celos saturan a uno de los dos, que busca su libertad fuera; o que el desequilibrio y la inseguridad ahogan la comunicación; o que la necesidad de renovar la rutina con nuevas experiencias es más fuerte que el compromiso. Según los estudios, para las mujeres la principal justificación de una infidelidad es el amor y la última el sexo (tras un largo matrimonio insatisfactorio, se atreven a tener un romance con alguien que las entiende). Justo lo contrario que para ellos.




CÓMO SABER SI TE ENGAÑA

La respuesta aquí es rotunda: sólo podemos enterarnos de una forma: preguntando. “A mis parejas siempre les he dejado clara una cosa: si eres infiel y no tiene importancia para ti, no me lo cuentes. Si supone un cambio para nuestra relación, invítame a cenar, mírame a los ojos y dime lo que ocurre”.
Una pregunta formulada con sinceridad suele recibir una respuesta sincera, sobre todo si hay comunicación en la pareja. Si de verdad quieres saberlo, busca un momento tranquilo y actúa con serenidad, sin gritos ni recriminaciones. Si tu pareja teme tu reacción, no te dirá la verdad. Cuidado con la forma de plantear tus dudas. A veces, la interrogación va acompañada de un “por favor, dime que no es verdad”. Debes estar preparado para cualquier respuesta. Si se confirman tus sospechas, tienes dos posibilidades: perdonarle de corazón, estableciendo tus condiciones para continuar, o separarte de el/ella y seguir tu camino con entereza. Pídele el tiempo que necesites.


QUIÉN SE ENOJA MÁS

La mujer infiel arrastra su “pecado” más duramente que el hombre, a quien la sociedad todavía hace un guiño cómplice. Ella no suele separar los sentimientos del sexo y elige habitualmente a compañeros de trabajo, ex novios o amigos. El hombre, en cambio, puede tener un acercamiento con una desconocida sin pudor alguno. Su decencia no se altera. Además, si mantiene a la amante hará ostentación de su capacidad económica, sexual y social, roles típicos de macho.
LA MUJER engañada, ayer lo aceptaba porque era dependiente emocional y económicamente, pero hoy confía en sí misma y puede decidir entre reconstruir la relación o darle un corte definitivo.
EL HOMBRE engañado se siente muy humillado. Se preocupa más de ser el hazmerreír de amigos y compañeros que del motivo de fondo de la traición. Sin embargo, cuando perdona, lo hace de corazón y es menos rencoroso.



ASÍ DEBES ACTUAR CUANDO ES EVIDENTE

EL INFIEL
* La fidelidad no es una virtud que cae del cielo. Puedes aprenderla si de verdad te interesa, pero si no puedes o no quieres ser fiel, nunca lo prometas.
* Es posible amar a otra persona al mismo tiempo, pero en la vida hay que aprender a renunciar a unas cosas para tener otras. Ordena tus preferencias.
* Si te da una segunda oportunidad, aprovéchala. Otro desliz implicaría una ruptura inapelable y merecida.
* Hay personas hipersensibles a los cuernos: vivieron experiencias de infidelidad en sus padres o hermanos. Necesitan garantías especiales y más cautela.
* Intenta aprovechar esta crisis para afianzar y mejorar tu relación.


EL TRAICIONADO
* No te martirices pensando si hubo más o menos sexo o amor. Lo que interesa es la causa, no el detonante ni los detalles escabrosos del encuentro.
* Ante todo, no hagas caso de lo que diga la gente. Olvida el orgullo y actúa según lo que te dicte tu cabeza para romper o continuar.
* El verdadero amor sobrevive a muchas cosas. Si puedes perdonar de corazón, y volver a confiar en él/ella, lucha para que salga algo positivo, por ejemplo, una relación más sincera con normas justas.
* No te dejes llevar por la ira y piensa en soledad, con serenidad e inteligencia. A veces los devaneos se deben a condicionantes culturales y sociales.

TÁCTICAS QUE GARANTIZAN LA FIDELIDAD

La búsqueda de la felicidad es innata en el ser humano. Si nuestra vida en pareja es aburrida y nuestra comunicación nula, es lógico que encontremos en el sexo o en la amistad con otra persona una vía satisfactoria. Hay antídotos para la infidelidad:
1.- Apoya su autonomía. Las parejas que tienen libertad de movimiento para salir por separado con amigos, viajar o practicar aficiones distintas, tienen más posibilidades de prosperar. Si él o ella se siente preso a tu lado, intentará huir.
2.- No descuides el sexo. La rutina se instala rápido entre las sábanas. Aunque es normal pasar épocas más desganadas, hay que improvisar: cenas románticas, lencería picante, escapadas a la playa... todo vale para encender la pasión.
3.- Diviértete en pareja. Improvisa, crea, ¡no hagas siempre lo mismo! El hombre suele buscar la costumbre y la seguridad, pero necesita acción para sentirse vivo. A veces, lo único que nos atrae de otra persona es hacer algo diferente con ella.
4.-Mantén tu espacio. Todos necesitamos estar a solas para poder pensar, descansar y relajarnos, sobre todo si en una pareja confluyen dos personalidades muy fuertes. Echarse de menos durante unas horas es mejor que echarse de más. No tengas miedo.
5.- Dile que le quieres. No hay que escatimar muestras de afecto. Aunque sepamos que nos quieren, nos gusta que nos lo digan. Recuérdale sus virtudes. Si sólo le hablas de obligaciones y quejas, buscará quien le halague fuera de casa.
6.- Escucha a tu compañero. Cuando atravesamos un mal momento, necesitamos apoyarnos en alguien. No permitas que busque un hombro que no sea el tuyo. Aprende poco a poco a preguntar, interpretar sus gestos, descifrar sus sentimientos...
7.- Evita los celos. Tan importante es controlar el sentimiento de posesión como no dar razones para la desconfianza. El suspicaz debe potenciar su autoestima y curar su inseguridad, y el otro, demostrar que se puede confiar en él y establecer límites justos que no le asfixien.


QUÉ ES
La infidelidad sucede cuando uno de los miembros de la pareja adopta una conducta desleal hacia el otro, es decir, no cumple el compromiso o acuerdo que dio origen a esa relación amorosa. Al hablar de infidelidad solemos referirnos a la de tipo sexual, pero también puede ser sentimental (o ir unidas).


O p i n i ó n
“¿EL DON JUAN, LO ES DE POR VIDA?”
La infidelidad no es una enfermedad, por lo que no se puede hablar de curación. Sin embargo, la modificación de esa conducta es posible, siempre que el infiel quiera cambiarla. Si es así, deberá aprender nuevas estrategias en la relación sexual y de pareja (cómo divertirse, disfrutar, sentirse pleno junto a la pareja) y aceptar las limitaciones que ambos pacten. Las graves consecuencias sociales, que generan emociones destructivas como la culpa, son motivo suficiente para que la persona infiel decida, a corto o largo plazo, dejar a su pareja o modificar su conducta, si de verdad le interesa su relación.



UNA NUEVA RAZA: LOS CIBER-INFIELES

Si alguna oportunidad les faltaba a los Tenorio para serlo cómodamente y sin salir de casa, apareció Internet. La Red salvaguarda la salud física de la pareja: el infiel sostiene relaciones apasionadas y promiscuas resguardado por el vínculo electrónico. En los chats, que abundan y son muy visitados, no hay sexo real, pero se llegan a compartir sensaciones, palabras y emociones. ¿Es el cibersexo un mero entretenimiento, o una forma virtual de infidelidad que puede hacerse real en cualquier momento? Todo depende de la distancia y de la fuerza del deseo de ambos.





fuente: http://www.vidaplenanet.com.ar/nota.asp?id=211



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