El guitarrista de los Rolling Stones, que es un emblema del estilo de vida de la estrella de rock desde 1964, publicará una particular autobiografía en octubre próximo.
Para revisar los episodios más delirantes de un Rolling Stone es mejor leer hoy por hoy la biografía de Ronnie Wood. Mick Jagger está convertido en un empresario de su propia corporación y Charlie Watts jamás fue un rockero sin destino. Pero lo que suena sorprendente es que Keith Richards ahora aparezca en una dimensión desconocida para el mundo.
Su próxima autobiografía, que saldrá a la venta en octubre, apunta una dirección impensada. Richards, que ha sido por décadas el representante del estilo de vida del rockstar, descubre en estas páginas una secreta pasión por la literatura. Y ni siquiera por la literatura: por la biblioteca como espacio sagrado.
Según fuentes cercanas al proceso de publicación de \"Life\", la biografía propia que el mundo Stone espera, Keith Richards confiesa que, por ejemplo, en gran parte de su tiempo libre lo dedica a sus dos bibliotecas caseras, que administra en la británica Sussex y en la norteamericana Connecticut.
El guitarrista de los Rolling Stones admite en esas páginas que durante su vida ha estado en reiteradas ocasiones a punto de dejar la banda de rock para formarse profesionalmente en el desarrollo de las técnicas de la biblioteconomía.
Según apunta el diario británico \"The Times\", Richards estaría orgulloso de poseer en sus bibliotecas copias de singulares publicaciones de temas tan dispares como la historia más temprana del rock americano y la Segunda Guerra Mundial y las clasifica utilizando el profesional sistema Decimal Dewey.
LA BIBLIOTECA ES TUYA
Según \"El País\" de España, que registra estos informes, algunos de los conocidos y familiares de Keith Richards suelen encontrarse en las mesitas de noche de sus habitaciones de invitados varios de los títulos favoritos del rockero, que se define como un entusiasta lector de novelistas como los británicos Len Deighton y Bernard Cornwell.
\"Cuando estás creciendo, existen dos instituciones que te afectan poderosamente: la iglesia, que le pertenece a Dios; y la biblioteca pública, que te pertenece a ti. La biblioteca pública es un gran ecualizador\", declaró hace años Richards.
FUENTE: EL MERCURIO
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