191 días de digna, honrosa y meritoria
lucha de miles trabajadores electricistas
que ante la adversidad y su despido
injustificado se han mantenido en pie,
siendo un ejemplo
de lucha para la clase obrera
lucha de miles trabajadores electricistas
que ante la adversidad y su despido
injustificado se han mantenido en pie,
siendo un ejemplo
de lucha para la clase obrera
La fuerza del SME: la fuerza de la verdad!!!!
SME: la fuerza de la verdad
¿Qué es lo que sabe todo mundo?
Hace escasos cinco minutos la Secretaría de Gobernación intimida a los trabajadores electricistas informándoles que se porten bien en la próxima manifestación o que se atengan a las consecuencias, y cada media hora un anuncio del gobierno federal invita a los electricistas a que recojan su liquidación, porque si no, se van a quedar sin nada. Poco después, un grupo de conocidos panelistas da vueltas interpretativas al conflicto; durante media hora analizan si el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) puede sumar nuevas fuerzas, si el PRI se va a desinteresar huyendo del asunto, si se está sacrificando al secretario del Trabajo; pero nunca, ninguno de ellos va al corazón del asunto, nunca se hará en voz alta la pregunta clave: ¿quién tiene razón? ¿El gobierno al disolver Luz y Fuerza del Centro o los electricistas al defender sus puestos de trabajo?
Pareciera nuevamente que lo esencial les importa un bledo. Que todo mundo \"sabe\".
Y así ha sido a lo largo de un mes, el bombardeo, los argumentos reiterados, pero nunca explicados, las nubes de humo, las verdades a medias, las mentiras \"completas\".
Hacía mucho tiempo que la maquinaria del Estado no nos soltaba a los perros de la guerra del verbo y de la tecla, con la intensidad con la que los ha lanzado.
Con todo cinismo nuevos promocionales de radio habrían de aparecer con la anónima voz de aquella que promete que \"ahora sí\" no nos van a cobrar de más y que \"ahora sí\"… Y trabajaban sobre la parte dolida de los consumidores que habían estado sometidos a los abusos de la compañía durante años.
Pero, ¿para corregir estos abusos había que disolver la empresa y desaparecer el sindicato? ¿Eran los trabajadores ahora despedidos masivamente responsables?
Los argumentos de Calderón –pues ésta, sin duda, era una apuesta presidencial que llevaba tras de sí a los secretarios de Trabajo, Energía y Gobernación– eran, además de reiterativos, muy extraños.
Decía que el sindicato no era democrático, las pasadas elecciones internas habían sido confusas y estaban siendo criticadas por la oposición. ¿Y luego? ¿Era ése un argumento para disolver la empresa? ¿No era representativo? ¿Y entonces cómo se explican este mes de resistencia, esta participación masiva de los trabajadores, a pesar de represalias, amenazas?
Decía que la empresa no era eficiente.
Sin duda, se trataba de una empresa ineficiente que operaba con números rojos y que ofrecía un servicio en muchos casos mediocre y doloso a los consumidores. Bueno, resulta un argumento un tanto discutible, porque con parámetros como ése, por qué no disolver Pemex, la Secretaría de Hacienda o la propia Presidencia de la República, cuya ineficiencia a lo largo de estos años se mostrado de una manera patética.
Ambas afirmaciones eran verdad relativamente, y se convertían en una potente mentira cuando atribuía a los trabajadores su causa.
¿Era ineficiente? ¿Por qué entonces no se había despedido mucho antes a los directores generales, a los gerentes, a los directores de las sucursales? ¿Por qué el desastre en la facturación, que en la mayoría de los casos dependía de los empleados de confianza y que había mantenido en estado de permanente irritación a los usuarios no se había corregido desde arriba?
Pero la liquidación de la empresa costaba millones, muchísimos millones de pesos. ¿No habría nada mejor en qué gastarlos? ¿No era todo absolutamente absurdo? ¿No era mejor tratar de ajustar una empresa deficitaria que liquidarla con inmensos costos? ¿No resultaba delirante poner en la calle a 44 mil 514 trabajadores en un momento en que la nación lloraba por el desempleo?
Porque la materia de trabajo persistía. Había que seguir dotando de energía a millones de mexicanos. Entonces, ¿por qué destruir la empresa?
Resultaba insultante hablar de los altos salarios de los trabajadores (¿a usted le parece escandaloso hablar de 5 mil pesos mensuales para pagar a un trabajador especializado?), obtenidos a lo largo de 70 años de lucha, en una sociedad en la que un alto funcionario gubernamental tiene salarios de escándalo.
¿Y no era deficitaria la empresa, entre otras cosas, porque le pagaba muy caro a la Comisión Federal de Electricidad la energía que luego distribuía? ¿Y no era deficitaria porque se le daba luz gratis a Los Pinos, las secretarías de Gobernación, Hacienda, Agricultura, Trabajo, Defensa Nacional y la Procuraduría General de la República? ¿No había grandes hoteles que por decisiones superiores no pagaban la luz y periódicos y empresas como Nextel, Aurrerá, Suburbia, Radio Móvil Dipsa, Salinas y Rocha y Electra y hasta la Torre Mayor de Reforma?
FUENTE
El SMEITA no es cualquier sindicalista:
Es MEXICANO BIEN NACIDO!!
“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
“ Solidaridad y apoyo total al SME ”
Aquí se ve la fuerza del SME!!!
Aquí se ve la fuerza del SME!!!
Aquí se ve la fuerza del SME!!!
Tags:
mexico - represion - resistencia - Sindicalismo - calderon - Movimiento Obrero - sme
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